Roda viva o Rotación de roles:
La roda viva es una variación de la inversión de roles descrita por Rojas Bermúdez
(1984, 1997), “involucra a todos los miembros del grupo comprometidos en un
tema o conflicto grupal”. La explica de la siguiente manera: “todos los integrantes
del grupo “pasan al escenario y se sientan en círculo. Una vez allí, han de
continuar con los temas que estaban tratando o que se quieren clarificar. Se
inician entonces, las interacciones entre sus integrantes hasta que la conflictividad
planteada esté bien explicitada y los participantes hayan definido sus posturas”.
“Una vez logrado este clima, el siguiente paso es pedirle al grupo que, en
conjunto, inicien una rotación a la derecha o hacia la izquierda -según lo considere
más conveniente el director-, por la ubicación de los integrantes del grupo- de tal
manera que cada uno de ellos pase a ocupar el lugar” del otro. “Se les explica
que, ahora, cada uno de ellos “es” la persona que ocupa ese sitio y que, desde
esa perspectiva, deben continuar el diálogo, es decir, que cada uno va a hablar
por boca del personaje en que se sitúa espacialmente en ese momento; para
favorecer la comprensión de la consigna, se les pide que cada uno diga el nombre
del personaje que ahora están representando y que traten de adoptar sus posturas
y maneras. “…hacer sentar en círculo en el Escenario a todos los integrantes y
promover allí la emergencia del tema o del conflicto grupal. En un determinado
momento se les explica que van a ocupar el asiento de su vecino (que el giro sea
hacia la derecha o hacia la izquierda depende de la conveniencia del Director),
pasando cada uno a jugar el rol de la persona que estaba ubicada en ese lugar.
Para verificar la comprensión de la consigna se le solicita a cada uno que se
identifique con el nuevo rol. El diálogo debe continuar donde había sido
interrumpido, y la rotación hasta que cada uno esté en su respectivo rol.” (A. Cía
en Rojas Bermúdez, p.230).
Esta variante se puede usar en sociodrama o psicodrama, facilita la explicitación
de conflictos intragrupales, evitando una confrontación directa, permite que todos
puedan asumir la identidad y expresar su versión de cómo es el otro, además de
poder entender o esclarecer el punto de vista y perspectiva de los demás. Es una
técnica muy útil para el trabajo con familias o grupos organizacionales.
Bustos (1992) la denomina Rotación de roles y dice que se la “utiliza cuando el
protagonista es todo el grupo que está dramatizando: consiste en ir cambiando de
roles sucesivamente hasta volver a la posición inicial”
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